Libros

Exuberancia (por fin la continuación de Plenty en España)

Sinceramente, no sé quién se encarga de elegir el título de un libro de cocina en el momento en que este se traduce al castellano. Entiendo que el nombre es como una carta de presentación y que de él va a depender también en algo la aceptación y venta del producto, así que no creo que sea un asunto que se tomen a la ligera.

El primer libro “vegetariano” de Yotam Ottolenghi se llamaba Plenty. La traducción sería algo así como “suficiente”, “abundante”, “mucho”.

Ese nombre puede hacer referencia tanto a las recetas del libro (platos que se pueden preparar en abundantes bandejas, algunas con bastantes ingredientes en combinaciones sorprendentes, un poco como si miraras un escaparate de uno de sus locales de Londres) como acabar con el prejuicio de que la opción vegetariana no puede ser variadísima y abundante (esto ya es interpretación personal). En cualquier caso, me parece un nombre que sintetiza bastante bien el concepto del libro.

No lo pensaron así al traducirlo y en España apareció con el nombre de El gourmet vegetariano.

Me vais a disculpar porque acabo de reponerme de un pinzamiento cervical que me produce escribir ese nombre. No me gusta. Nada. Creo que se carga el concepto. Además entiendo que la palabra “vegetariano” aparece oportunamente en el título para poder atraer a un “sector”, cuando me parece un libro absolutamente recomendado a todo el que le guste comer, sea lo que sea. Y bueno, la palabra “gourmet”, quizá habría que plantearse ya quitarla de circulación ¿no creéis?. En fin, en mi opinión, un nombre completamente desfasado para un libro que renovaba mucho el concepto de la comida vegetariana.

La continuación de Plenty se llamó originalmente Plenty more (algo así como “mucho más”). Vale, nadie sufrió de agujetas en el córtex cerebral después de idear el nombre pero, al fin y al cabo, es tan idóneo como el primero, simplemente una continuación o ampliación a lo presentado en Plenty.

Imagino que a la hora de traducir esta segunda parte se mascaría la tragedia en el ambiente al decidir nombre. Por lo menos no ha sido nada relacionado con el primer título,  en este caso se ha salido por la tangente y han bautizado el libro como Exuberancia.

Si bien este nombre no me provoca microinfartos oculares, la verdad es que tampoco me gusta demasiado. Lo desvincula completamente de la primera parte y hace que parezca un libro aislado. Aún así, poco arreglo había ya. De hecho si juntamos los títulos de los dos libros parecería algo así como el nombre de una película francesa erótica de los setenta “La exuberancia del gourmet vegetariano”

Hasta aquí la pataleta. La verdad es que es motivo de celebración y me llena de honda satisfacción (como al ex-Rey) que se haya editado este libro en España.

Si la primera parte dividía las recetas por tipos de alimentos, esta las divide por métodos de cocción. Una clasificación como cualquier otra que en teoría ha servido para intentar métodos de cocción que no sean siempre los habituales en según qué verduras.

Las recetas como era de esperar, muy apetecibles, seas vegetariano, carnívoro o hematófago. Combinaciones originales que, con un mínimo fondo de “especias y hierbas no tan comunes” en la despensa, puede hacer cualquier persona. Las fotos, también como siempre, porno alimenticio del bueno.

Una nota de El gourmet vegetariano: he leído algunas críticas con quejas sobre las proporciones de algunas recetas, hay por ahí varias webs poniendo ejemplos en los que las proporciones simplemente no parecen las adecuadas. Estas críticas no se cargan el libro, pero proponen utilizarlo como un libro de inspiración e ideas en el que puedes no usar las medidas a rajatabla, sino más bien según tu propio sentido común. Debo decir que yo mismo conozco unas personas que afirman “haberse puesto muy malitos” tras hacer la receta de Tallarines al azafrán con mantequilla picante que colgué perteneciente a dicho volumen. Al parecer la cantidad de mantequilla supera lo que debe ingerir un humano estándar sin sentirse enfermo. Yo no lo aprecié al hacerlos, bestia que es uno.

Por el momento ignoro si en este nuevo volumen las proporciones están muy verificadas o no (hay que pensar que a Ottolenghi le pirra la mantequilla, el yogur griego, el queso feta y esas cosas), pero por si acaso recomiendo usar también un poco el sentido común.

En fin, un libro esperado en España por mucha gente y de paso un regalo ideal para reyes. Si acaso, tan solo por las fotos, propondría ponerle una pegatina encima del nombre y rebautizarlo como PORNO.

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2 Comments

  • Reply
    Maribel
    27 diciembre, 2016 at 14:28

    solo puedo decir que me encantará dar un vistazo en las librerías para saber si me gusta. Es un poco cansado cuando la gente habla constante mente de las modas en la comida, todo tiene que ser vegano o vegetariano, incluso conozco gente que quiere hacer cursos de sin gluten y no lo necesitan, con lo que daría una persona intolerante por poder ir a cursos de otro tipo de comida, en fin que se nos va un poco la cabeza pero con sentido común como bien dices todos los alimentos son maravillosos y deliciosos :)))

    • Reply
      Alberto Belmonte
      16 enero, 2017 at 08:39

      Ya, lo del gluten es otro tema que trae cola… Échale un ojo a ver qué te parece !

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