El pasado sábado día 11 de Junio de celebró en Barcelona el “Assaig general”, un evento dentro de la programación del FadFest, festival que se ha celebrado del 6 al 12 de Junio organizado por la asociación sin ánimo de lucro FAD (Foment de les arts i del disseny).
El “Assaig general” (ensayo general) ha sido uno de los ejes principales del festival y ha consistido en poner a prueba la ciudad desde el punto de vista de la sostenibilidad alimentaria. Bajo el lema “rediseñemos el mundo o acabará con nosotros” se ha celebrado una comida para 900 personas con alimentos de doble procedencia: principalmente frutas y verduras procedentes de Mercabarna y comercios cercanos que iban a ser desechadas por no cumplir unos “estándares” y por otra parte algunas verduras de proximidad procedentes de huertos cercanos.
Tomates un poco tocados, pimientos ya un poco arrugados, cebollas que se han espigado porque ha pasado tiempo, frutas con algún golpe pero perfectas si se retira la parte tocada. Todo esto es perfectamente comestible y se tira, cada día.
Aquí hay un punto de reflexión y creo que vale la pena hacer autocrítica. Si vamos al mercado y en la tienda vemos dos pimientos, uno de ellos con la piel ya un poco arrugada, ¿cuál vamos a escoger? Yo mismo habría cogido el que parece más fresco, hay que reconocerlo.
Lo de los alimentos que se descartan por no cumplir un estándar es algo que ya hemos oído en varias ocasiones pero hasta que uno no ve un camión lleno hasta los topes de fruta y verdura que iba a la basura no se hace a la idea del grave problema que es.
Los camiones llegaron el día anterior (viernes), y un montón de voluntarios se dedicaron a preparar (limpiar, cortar, etc) la mayor parte de verduras y frutas que iban llegando mientras otros se dedicaban a montar toda la estructura y logística del evento (mesas, sillas, carpas, superficies de trabajo, fogones, agua…) todo se dejó preparado para el gran día.

Foto: Sergi de Meià
De diseñar el menú y organizar el tema de cocina se encargaron Sergi de Meià, del restaurante Sergi de Meià y Ada Parellada del restaurante Semproniana, dos excelentes chefs que comparten las ideas reivindicadas en el acto. Y a sus órdenes se encontraban otro montón de cocineros que iban organizando pequeños grupos de voluntarios para preparar un plato con varias elaboraciones.
Como me había apuntado como voluntario de cocina me tocó preparar lo que iba a ser la base del plato, que eran unas migas. Para ello trabajamos junto a Eva Davó del restaurante slowfood El Diván de Cornellà de Llobregat, una cocinera encantadora que demostró una gran capacidad de trabajo, organización y resolución de problemas, siempre con buen talante y tranquilidad (el material con el que nos íbamos a encontrar era una lotería y nos quedamos sin ajo y pimiento para freír cuando aún quedaban más de 400 personas, así que hubo que aplicar la creatividad y acabamos preparando unas migas nada ortodoxas pero igualmente buenas. Si cabe esto es aún más satisfactorio, demuestra que con buena gestión y ganas de trabajar se puede solucionar cualquier imprevisto).
El plato que se preparó simbolizaba un jardín con distintos elementos que eran todas las elaboraciones que iban haciendo los voluntarios y los cocineros.
Los comensales acabaron contentísimos, agradecidos y abriendo debate en las mesas por el hecho que supone haber dado de comer a 900 personas con comida que de otro modo hubiera ido a la basura. Desgraciadamente no suelo ser muy optimista en ideas como “rediseñar el mundo” es casi imposible o como mínimo muy muy difícil que las cosas cambien tan radicalmente –que es como deberían cambiar- pero si todo este debate abierto termina aunque sea en algunos cambios de hábitos, creo que ya se puede considerar un éxito.
Yo terminé (como el resto de voluntarios) muy cansado pero contento de haber conocido a gente excepcional, más concienciado y con un poco más de fe en las personas, volvería a participar la semana que viene sin dudarlo ni un segundo.
Fotografías (excepto las indicadas):
Vanessa Bastida www.instagram.com/vane_vanellus/
Alex Salas www.instagram.com/alex_salas_m/
6 Comments
carbayon1970
13 junio, 2016 at 12:24Fenomenal inicitativa. Seguro que fue un dia intenso y muy divertido. Yo seguro me hubiese apuntado si algo parecido se hiciese por mi ciudad. Es triste que se tire tanto cuando hay tanta necesidad. Los mejores higos, cerezas…son las que pican los pajaros. Yo estoy muy concienciado con la cocina del reciclaje, es muy raro que tire nada, siempre se pueden aprovechar las cosas y que un pimiento este un pelin arrugado…..cuando se pica en una fina brunoise no se entera nadie.
Alberto Belmonte
13 junio, 2016 at 19:56Día intenso pero divertido, tú lo has dicho, el ambiente era festivo y todos los voluntarios trabajaron con ganas y de buen grado. Yo intento minimizar en lo posible tirar nada de comida, es algo que me da mucha rabia. A ver si iniciativas como esta se repiten más a menudo y en más lugares.
carbayon1970
13 junio, 2016 at 21:19Y la satisfacción de trabajar con profesionales y ver la cara de la gente disfrutando de la comida que por la pinta, seguro era excelente.
Dani
14 junio, 2016 at 14:06Enhorabuena Alberto por tu cooperación y también por el blog…intento poner en practica tu recetas…con mayor o con menos éxito, pero con pasión y siempre con música para acompañar.
Alberto Belmonte
15 junio, 2016 at 07:47Dani, gracias! Comida y música, en una isla desierta no haría falta mucho más.
Berenjena asada con yogur de azafrán | Kykeon
22 junio, 2016 at 06:19[…] fin de semana pasado fue movidito por todo el tema del “Assaig general” que comenté el lunes pasado, así que el domingo me encontré en casa prácticamente sin […]