Qué buenas están las calabazas ahora, ¿verdad? Si todavía hay quien la compra cada año para Halloween y no sabe qué hacer con ella, ya está tardando ponerse un poco al día. La calabaza se puede usar para mil cosas: en cremas, gratinada, risottos, admite bien las especias, incluso simplemente pasada por la plancha está muy buena.
Personalmente como la prefiero es al horno y bien dorada, en trocitos y que queden los extremos un poco tostados para que el sabor dulce se potencie un poco más. Por eso decidí hacer esta crema de calabaza asándola primero en el horno, de esta forma todo el aroma otoñal se multiplica.
Por otra parte, suelo hacer la calabaza asada a trozos y luego aliñada con una salsa de tahina, ajo y un poco de limón (de la misma forma que hago con la coliflor aquí) es una forma original y sorprendente de hacerla, y la tahina (como a casi todo en la vida) le va genial.
Así que lo he mezclado todo un poco con la excusa de poder comerlo con cuchara. En ajo lo he hecho al horno también para dar aún más toque tostado.
Lo primero que puedo decir es que la tahina funciona muy bien en las cremas, en cuanto se le añade le cambia la textura y la hace más cremosa (como si fuera crema de leche).
En cuanto al limón, le puse muy poco, pero no creo que le haga ni falta. Le añade un poco de “frescor” que creo que en esta época no era necesario. En todo caso, de cara a primavera se podría probar hacer esta misma crema pero servirla menos caliente y entonces añadirle el limón y un poco de cilantro picado, no sería una mala combinación.
Para adornar tenía a mano unas pipas de calabaza caramelizadas que han ido de lujo un poco de sumac, unos piñones y algo de ralladura de limón, pero serviría perfectamente cualquier fruto seco tostado, unas pipas de calabaza pasadas por la sartén o por qué no, unas láminas de ajo negro (¡qué maravilla!).
Ingredientes para 4 personas
- 1 calabaza pequeña (1Kg total)
- 1 litro aprox de caldo de verduras
- 4 cucharadas de tahina
- 4 dientes de ajo
- Sal
- 4 cucharadas de limón (opcional)
- Frutos secos, pipas de calabaza, etc… lo que tengamos a mano y pueda ir bien para adornar.
Precalentar el horno.
Pelar la calabaza y cortarla en dados. Colocarla en una bandeja de horno con papel antiadherente y regarla con un poco de aceite y salpimentar.
Envolver los dientes de ajo en papel de aluminio y colocarlos también en la bandeja.
Hornear la calabaza hasta que esté hecha por dentro ( y un poco doradita) y los ajos estén hechos.
Retirar la bandeja del horno, pelar los ajos. Triturar la calabaza y los ajos con el caldo de verduras, el limón si lo usamos y la tahina hasta conseguir una textura uniforme (añadir más o menos caldo en función del espesor que queramos).
Servir en cuencos individuales y adornar.
2 Comments
Chema CMP
22 noviembre, 2016 at 12:23Tienen una pinta excelente, de esos platos que te apetece probar inmediatamente.. Estoy contigo en que la calabaza asada mejora muchísimo que si la haces cocida como normalmente. Gran receta un saludo!
Alberto Belmonte
16 enero, 2017 at 08:36Gracias Chema!!