La primera vez que hice esta ensalada fue una sorpresa, desde entonces la suelo hacer en ocasiones en que se junta bastante gente, sobre todo en verano, es intensa, refrescante y fácil de hacer.
Además, el aliño cuenta con una de esas combinaciones infalibles: aceite, limón, ajo y tahina (algo a lo que me estoy haciendo adicto por momentos).
La saqué de este libro llamado “Queso”, aunque lo de las olivas y la tahina es cosa mía.
Ingredientes para 4 personas
- 3 calabacines (o más, depende del tamaño)
- 150g de queso feta desmenuzado
- Un manojo de menta fresca
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida
- 1 cucharada de semillas de sésamo
- Un puñado de olivas negras cortadas en rodajas
Para el aliño:
- 4 cuharadas de ceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de limón
- 1 cucharadita de tahina
- 1 diente de ajo pequeño, machacado
Tostar las semillas de sésamo en una sartén y reservar.
Cortar los calabacines en rodajas en diagonal, untarlos ligeramente con aceite de oliva, sal y pimienta y hacerlos en una plancha o parrilla. Dejar enfriar.
Poner los ingredientes del aliño en un bote, cerrar y agitar bien, probar y rectificar si hace falta.
Colocar el calabacín en un plato o fuente con el queso feta y las olivas, regar con el aliño y la menta picada, añadir el sésamo.
1 Comment
tuprimerlogo
30 septiembre, 2015 at 20:33Qué bien me viene siempre esta receta!! Facil y riquiiiisima, ideal para una cena espectacular!!! Gracias por compartirla!