A veces puede frenar hacer según que recetas porque ves algún ingrediente “raro” y te preguntas: ¿Dónde narices consigo yo esto?, ¿si lo omito o lo sustituyo dará igual?
En el libro ‘Jerusalén‘ que ya he mencionado en entradas anteriores, esto puede pasar, hay veces que incluso ya el nombre de la receta puede tirar para atrás, por ejemplo: “Fatush de Na’ama” o “Ensalada con labneh”, ¡¿pero esto que es?!
En realidad no cuesta tanto hacerse con 4 o 5 productos (normalmente especias) que además puedes acabar utilizando para muchas otras cosas, abrir enormemente el abanico de posibilidades en la cocina y de paso satisfacer la curiosidad y aprender, así que creo que vale la pena el pequeño esfuerzo.
En esta receta yo recomendaría no prescindir del único ingrediente raro que lleva: el sumac o zumaque, aunque cueste un poco de conseguir. Había leído que en las carnicerías halal se puede encontrar perfectamente. Ojalá. Los dependientes de las dos a las que fui me miraron como si les estuviera hablando en inuit. Finalmente tuve que ir a Barcelona -es lo que tiene vivir en provincias- y lo encontré fácilmente aquí.
Voy al lío, ésta es una de las mejores ensaladas que he probado últimamente.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 cucharada d vinagre
- 1/2 cebolla roja cortada en rodajas finas
- 100g de dátiles Medjool sin hueso cortados a lo largo en 4 trozos (el nombre asusta, pero se encuentran en cualquier sitio)
- 30g de mantequilla
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 2 panes de pita pequeños (100 g aprox total) cortados a trozos de unos 4 cm con la mano
- 75g almendras crudas partidas en trozos
- 2 cucharaditas del dichoso sumac (o zumaque)
- 1/2 cucharadita de chile en escamas
- 150g de brotes de espinacas
- 2 cucharadas de zumo de limón
- Sal
Poner la cebolla y los dátiles en un bol con la cucharada de vinagre, añadir una pizca de sal y mezclar con las manos, dejar marinar durante 20 minutos.
Calentar la mantequilla y una cucharada de aceite en una sartén. Añadir el pan de pita y las almendras, sofreír durante unos 5 minutos, removiendo, hasta que el pan esté dorado y crujiente. Retirar de fuego y añadir el sumac, el chile y una pizca de sal. Dejar enfriar.
En un bol o fuente, añadir las hojas de espinaca, los dátiles con la cebolla y el pan de pita tostado con las almendras. Aliñar con el zumo de limón, el aceite de oliva restante y un poco de sal. Mezclar bien y corregir el aliño si hace falta.
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Hamburguesas de pavo y calabacín con cebolla tierna y comino | Kykeon
2 diciembre, 2015 at 08:00[…] este caso solamente hay que hacerse con el fantástico sumac que ya comenté hace tiempo aquí, es una pena que esta especia no sea más […]