Más platos para contrarrestar este calor salido directamente del infierno, aunque esta pasta está igual de buena en versión ensalada o en versión “pasta normal”, es decir, caliente.
Aunque las cantidades teóricamente son para dos personas, seguramente os sobrará pesto, en el improbable caso de que no queráis un poco de pesto de sobra (soy incapaz de imaginarlo, de hecho yo haría algo más y todo y lo iría utilizando), solamente hay que reducir las cantidades de los ingredientes de la salsa.
Ingredientes para 2 personas:
- 200g de pasta
- 40g de queso parmesano
- 40g de queso pecorino (o algún queso de oveja curado, puede ser difícil de encontrar)
- 1 diente de ajo
- 1 buen manojo de albahaca fresca (40 g aprox)
- 40g de piñones
- 120ml de aceite de oliva virgen extra (es mejor que no sea muy fuerte, yo para esto suelo usar de arbequina)
- 60g de judías verdes redondas
- 60g de olivas negras
- Sal, pimienta negra
Hervir la pasta en agua con sal según las instrucciones del paquete, una vez al dente colar, enfriar con agua fría y reservar.
Hervir las judías en agua con un poquito de sal unos minutos, yo las prefiero bastante al dente también, sobre todo para una ensalada.
Deshuesar las olivas y cortarlas en 2 o 3 trozos.
Lavar y secar bien las hojas de albahaca (sólo usaremos las hojas).
Para hacer el pesto, colocar el ajo, los piñones, el queso troceado, la albahaca, una pizca de sal y el aceite en un vaso de batidora y batir.
Lo ideal es no batir demasiado para que quede una textura parecida (sólo parecida) a un pesto hecho a mano.
Opcional: se pueden tostar los piñones antes de hacer el pesto.
Si la salsa es muy espesa se pueden añadir algunas cucharadas de agua caliente para aligerarla.
Mezclar la pasta con la salsa, las judías y las olivas, servir.
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