El porqué en esta ensalada los elementos combinan puede ser debido al contraste del salado feta y la sandía acuosa y dulce que, curiosamente, funciona muy bien. O puede ser porque la sandía es prima hermana del pepino, y el pepino sí lo hemos vito más veces combinado con menta, cebolla, yogur, etc muchas otras veces. El caso es que la combinación funciona muy bien y lo más importante: refresca.
Hay bastantes versiones similares de esta ensalada por la red, así que acabé escogiendo la versión de Jamie Oliver que le incorpora un poco de cebolla morada que la hace más fresca aún. Simplemente le he añadido un poco de ralladura de limón que le da un punto aromático.
Además, se hace en cinco minutos, así que es una opción perfecta para estos días que no hay ganas de pasar calor en la cocina.
Ingredientes para 4 personas
- 700g de sandía
- 180g de queso feta
- 1 cebolla morada
- Ralladura de 1 limón
- Unas hojas de menta fresca
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra y sal (opcional)
Cortar en láminas finas la cebolla morada y colocarla en un cuenco con agua bien fría y un chorrito de vinagre. Mantenerla durante unos minutos para que pierda el picor.
Cortar la sandía en trozos (dados) quitando todas las semillas que podamos.
Colocar la sandía en un bowl, añadir la cebolla y desmigar por encima el feta con las manos. Picar la menta y añadirla, incorporar también la ralladura de limón, un poco de pimienta negra y sal (al gusto, yo no le he puesto sal porque con el feta creo que ya tenía suficiente).
Rociar con un buen chorro de aceite de oliva y servir.
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