Jueves… michelada

La semana es dura y larga, a no ser que uno se dedique profesionalmente a algo que le apasione, cosa que no ocurre tan a menudo como querríamos. Casi siempre estamos deseando llegar al viernes para poder desconectar y relajarnos, pero el vienes queda muy lejos, para eso se inventaron los juernes.

A los que no celebramos los juernes porque somos demasiado viejos para que nos de igual rendir a un 40% (siendo optimista) el día siguiente en el trabajo, sólo nos queda la esperanza de dar un poco de alegría al jueves pero en el sofá de casa, es por eso que hace tiempo celebro los “jueves michelada”.

Es algo que estoy intentando difundir, pero creo que mis amigos no son tan fans de la michelada como debería ser cualquier persona decente. Es probable que cuando alguien la prueba por primera vez la sensación sea un poco chocante, no digo que no. Uno espera una cerveza un poco distinta, pero no tanto. Yo creo que es cuestión de insistir, a la segunda ya le coges el gustillo y a partir de la tercera te ha dominado para siempre como el anillo único dominó a Isildur.

Es tan fuerte el yugo, que los jueves de michelada van avanzando a miércoles, martes o lunes indistintamente, cualquier excusa es buena.

• “He tenido un buen día en el trabajo, esta noche michelada”
• “He visto un amigo que hace tiempo que no veía, esta noche michelada”
• “He aparcado en menos de 45 minutos, esta noche michelada”
• “El café del bar estaba bebible, esta noche michelada”
• “Hoy no me han llamado para que me cambie de compañía de teléfono, esta noche tres micheladas”

…y así sucesivamente.

Por cierto, aún no he explicado que la michelada es una bebida hecha a base de cerveza, lima y salsas que se toma en Méjico. Hay tantas recetas y variantes como quieras encontrar, así que voy a poner la que hago yo habitualmente que creo que es bastante “estándar”.

 

Ingredientes (para una michelada)

• 1 cerveza mejicana (tipo Coronita o Sol)
• 1 lima
• Salsa Worcestershire
• Jugo Maggi
• Tabasco o alguna salsa picante (yo uso salsa Valentina)
• Sal
• Hielo

Frotar con la lima el borde del vaso y escarcharlo con sal (para esto lo mejor es poner la sal en un plato y apoyar el vaso boca abajo en el plato para que se quede adherida al borde).

Exprimir el resto del zumo de la lima dentro del vaso, añadir una pizca de sal, un golpe de salsa Worcestershire, un golpe de jugo Maggi y salsa picante al gusto. Remover un poco para que se mezcle todo bien.

Añadir el hielo y la cerveza.

Ya está lista para celebrar lo que sea, ahora sólo falta la excusa.