Que mis dotes de presentación distan mucho de las del maestro Joan Roca es algo que queda claro. Eso que parece tan fácil de “poner una cucharada de salsa y extenderla de forma que quede elegante y bonita” es algo que se me resiste terriblemente. Esas gráciles líneas que hacen con tan envidiable facilidad me quedan como churretes que al final tengo que acabar tapando con la carne o el pescado.
Que ya sé que no hay que empapuzar de salsa la comida, que los peces ya nadan bastante en el mar, que no hace falta que naden luego en el plato, pero esas premisas desaparecen cuando tengo frente a mí un plato vacío, una salsa y el pescado recién hecho. Uno se viene arriba sintiéndose como un artista con un lienzo en blanco pero al final se le va de las manos y lo que acaba saliendo es más parecido al Cristo de Borja.
Tampoco es para tanto, lo que ocurre es que la salsita está muy buena pero es tan intensa (depende también del tipo de oliva que se use, claro) que es suficiente con poner la mitad de lo que he puesto como acompañamiento para un pescado blanco. El resto te la puedes comer con pan directa del bol. No va a sobrar.
Algo curioso de esta receta es la forma de salar el pescado, Roca propone meterlo 10 minutos en una salmuera hecha de agua con un 10% de sal. De esa forma se sala todo de manera muy uniforme y os digo que se nota.
He utilizado el aceite de olivas negras que puse en esta entrada, se puede omitir, claro, pero las gotas le dan un toque de intensidad que vale la pena.
El lenguado es un pescado carillo así que vale la pena aprovechar todo lo que podamos. En mi caso las dos piezas tenían huevas y bastante grandes que usé en una especie de “taramosalata griega” hirviéndolas y triturándolas con un poco de cebolla, limón, aceite y miga de pan mojada en agua y escurrida, hasta conseguir una especie de paté con sabor suave a pescado bastante fresco.
Con las espinas, media cebolla pequeña y una hoja de laurel hicimos un cacito pequeño de caldo que también hemos aprovechado durante la semana. ¡No hay que tirar nada!
La receta es del libro “Cocina con Joan Roca”.
Ingredientes para 4 personas
- 4 lenguados
- 200g de olivas verdes
- 100g de aceite de oliva virgen extra
- Aceite de olivas negras deshidratadas (receta aquí)
- 48 alcaparras
- Sal
Preparar una salmuera con 10% de sal, (hervir 1 litro de agua, disolver 100g de sal en ella y dejar que se enfríe).
Freír las alcaparras en aceite caliente durante un minuto. Reservar. Una vez frías quedarán crujientes.
Deshuesar las olivas verdes, triturarlas con un poco del agua que llevan e incorporar poco a poco el aceite de oliva como si hiciéramos una mayonesa. Reservar la salsa.
Sumergir los filetes de lenguado sin espinas en la salmuera durante 7 a 10 minutos, escurrir y secar bien.
Cocinar el lenguado a la plancha con unas gotas de aceite de oliva.
Servir el lenguado con la emulsión de olivas verdes y aderezar con unas gotas del aceite de olivas negras y las alcaparras.
12 Comments
berry909
23 marzo, 2016 at 08:29Me encanta el pescado y este plato tiene muy buena pinta, me lo apunto
Alberto Belmonte
24 marzo, 2016 at 19:14¡Muchas gracias!
Inma
23 marzo, 2016 at 12:50Me encanta la mezcla de sabores, Y tengo lenguados 🙂
Buen día.
Alberto Belmonte
24 marzo, 2016 at 19:12Muchas gracias, si lo pruebas, cuéntame!
Engra
24 marzo, 2016 at 10:08Olivas negras, alcaparras y pescado. Buena mezcla y buena pinta!
Alberto Belmonte
24 marzo, 2016 at 19:13La mezcla es ideal, la verdad. Muchas gracias!
Eli - ¡Mamá Puedo Hacerlo!
25 marzo, 2016 at 01:23Que ricura!
Alberto Belmonte
29 marzo, 2016 at 08:05¡Gracias, si que está rico, si!
liamenamor
25 marzo, 2016 at 06:57Que apetecible es totalmente mediterráneo. Enhorabuena
Alberto Belmonte
29 marzo, 2016 at 08:05¡Muchas gracias!
carbayon1970
29 marzo, 2016 at 12:30Uy, esos lienzos, como me suena. Yo creo que he determinado el problema, ponemos demasiada comida y claro, el salseo siempre nos parece insuficiente. Uno de esos lomos lo partes en 3 y parece otra cosa, con una cucharadita de salsa le llega.
Tranquilo, al menos desde mi punto de vista esto tiene mejor pinta que el Ecce Hommo de Cecilia.
Por cierto, lo de las 48 alcaparras me llega al alma, con 45 o 50 joderemos la receta?
Alberto Belmonte
29 marzo, 2016 at 14:01Jajaja, es verdad! Bueno es aproximadamente claro, unas 12 por cabeza …o al gusto, no caí.
Es cierto lo que dices, a más cantidad de comida más difícil parece presentarla en un plato.