Pasta alle vongole. Plato rápido y sencillo para una cena mediterránea perfecta. Pensad en las palabras Italia y verano ¿se os ocurre algo más adecuado?
Buscad una buena pasta, unas buenas almejas y un limón que sepáis de donde ha salido (para rallar piel de limón en lugar de cera, que es lo que le ponen a muchos que venden en los supermercados) y ya lo tenéis todo.
Vale, la pasta que he hecho yo es casera, pero tampoco haría falta. Comprad unos espaguetis buenos (Rummo, De Cecco…) o unos linguine y podéis preparar este plato en 20 minutos.
De hecho, la pasta me ha quedado un poco más fina de lo que querría. La medida del accesorio de mi máquina hace más bien spaghettini o vermicelli, y al ser de pasta fresca y ese grosor, casi parecen fideos chinos -nota mental para un futuro cercano: hacer ramen- a decir verdad, creo que este plato es más adecuado con pasta seca que con pasta fresca.
Ingredientes para 2 personas
- 250g de pasta larga (spaghetti, spaghettini, linguine…)
- 500g de almejas
- 1/3 vaso de vino blanco seco
- 1 diente de ajo picado
- 1 limón lavado
- 1 manojo de perejil
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Dejar las almejas en agua con sal como mínimo un par de horas para que suelten la arena que pudieran tener.
Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén y sofreír el ajo a fuego lento. Escurrir las almejas y añadirlas a la sartén junto con el vino blanco. Subir el fuego y tapar hasta que se hayan abierto todas.
Sacar aproximadamente la mitad de las almejas de sus cáscaras (cuidado, queman), y dejar la otra mitad con cáscara.
Hervir la pasta en agua con abundante sal un minuto menos de lo que indica el paquete (si hacéis pasta casera como he hecho yo, dependería del grosor, pero en unos 3 minutos está hecha).
Escurrir la pasta y añadirla a la sartén. Remover y cocinar la pasta con las almejas uno o dos minutos aproximadamente para que se acabe de cocer absorbiendo el caldo de la sartén.
Añadir un poco de perejil picado y la ralladura de medio limón. Servir.
2 Comments
Rosalía de El Caldero Viajero
24 septiembre, 2017 at 20:39Pues a mi me parece que te ha quedado perfecta la pasta.
Vamos, ¡¡no le pondría ni una pega!!
Este plato además es uno de mis preferidos. Tan sólo le añadiría una guindilla para darle un toquecillo picantoso.
¡¡Qué bueeeenos!!
Un abrazo Alberto!
Alberto Belmonte
18 octubre, 2017 at 18:58Muchas gracias! La verdad es que la guindilla le va de muerte también!