Una sopa (o crema) perfecta para estas semanas en las que ha empezado a hacer algo de frío. No es una crema realmente otoñal, que es lo que apetecería cuando ya tenemos la vista puesta en zampar castañas y boniatos. El toque de menta y limón le da un aire fresco inusual en las cremas de verduras. Vamos, muy de “entretiempo”.
La receta es del libro “Jamie’s Great Britain” de Jamie Oliver. Los ingleses tienen bastante costumbre de añadir queso, nata, crema agria, mantequilla y demás a las recetas hechas con verduras. A veces parece que si no se pone una cantidad considerable de queso, la verdura sólo no va a resultar suficientemente atractiva y sabrosa. No estoy de acuerdo, aunque es verdad que el calabacín tampoco suele ser la alegría de la fiesta por sí solo.
En todo caso, la he hecho según la original, solamente eliminando la mantequilla y cambiando la crema agria por yogur griego. La verdad es que esta sopa es una mina de sabor.
Ingredientes para 4/6 personas
- 4 cebolletas
- 1kg de calabacines con piel, lavados
- 1,40l de caldo de verduras (casero a poder ser)
- 140g de cheddar madurado rallado
- 1 limón
- 8 ramitas de menta o hierbabuena (aprox)
- 5 cucharadas de yogur griego
- aceite de oliva, sal y pimienta
Picar bien finas las cebolletas y el calabacín
Calentar un poco de aceite de oliva en una cazuela y añadir el calabacín, la cebolleta, la ralladura de 1/2 limón y las hojas de 3 de las ramas de menta. Salpimentar, tapar y dejar a fuego lento unos 40 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Añadir el caldo de verduras y llevar a ebullición. Cocinar unos 5 minutos más.
Pasar el contenido de la cazuela a un vaso de batidora junto al resto de hojas de menta, el queso rallado, el yogur y el zumo de medio limón. Batir suavemente.
Servir en cuencos individuales. Para presentar se pueden poner unas gotas de yogur, algo de ralladura de limón, unas hojas de menta y un poco de aceite de oliva.
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