No se a quién se le ocurrió la idea de poner pesto en una sopa, pero deberían hacerle santo. A ese y un poco más arriba al que inventó el pesto. Hay pocas cosas mejores en el mundo.
Pensé en hacer un minestrone (una sopa italiana de verduras de temporada) pero suelen llevar alubias o alguna legumbre y no me apetecía demasiado, así que acabé haciendo una sopa con verduras picadas -sofritas primero- con un poco de pasta. Perfecta para añadir el pesto al final.
El caldo de verduras es un poco clave. Haced un buen caldo a vuestro gusto. Yo uso puerro, cebolla, apio, algún tomate, un poco de calabacín, shiitakes secos y un poco de pulpa de limón (en algún libro de rissotos vi un caldo de verduras al que ponían algunas rodajas de limón y le da su punto)… y un poco lo que pille por el camino: ajos tiernos, zanahoria… Si es otoño añado más setas (secas dan más sabor).
Ingredientes para 4 personas
- 60g habas desgranadas
- 60g guisantes frescos
- 80g espárragos verdes
- 50g judías verdes
- 40g ajos tiernos
- 1/2 calabacín
- 1/2 cebolla
- 1/2 tallo de apio
- 1 zanahoria
- 120g de pasta corta
- Pesto genovese (aquí hay una receta de cómo hacerlo)
- Caldo de verduras
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva virgen extra
Picar todas las verduras en daditos pequeños.
Calentar el caldo de verduras hasta casi hervir. Mantener caliente.
Calentar en otra olla un poco de aceite de oliva y sofreír lentamente la cebolla, el apio, los ajos tiernos y la zanahoria.
Incorporar las judías verdes y las habas. Sofreír durante unos minutos y salpimentar al gusto.
Añadir los guisantes y el calabacín (a mí me gustan al dente, si lo preferís se pueden añadir antes).
Verter el caldo caliente y añadir la pasta. Cocer unos 8 minutos (depende de la pasta que os guste).
Pasar la sopa con las verduras a platos individuales y añadir una buena cucharada de pesto a cada plato.
Remover y disfrutar.
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